
Cuando la técnica de la fusión de metales te transporta a la naturaleza más salvaje: la belleza cautivadora del volcán de La Palma.
Meses antes de ver surgir y explotar la lava del volcán “Cumbre Vieja”, ya llevaba meses experimentando e investigando con la técnica del reticulado y la fusión de metales. Una técnica que siempre me ha cautivado por su proceso y sus resultados.
Ver día tras día cómo la madre tierra podía estar tan viva para dejarnos esas imágenes tan espectaculares, cautivadoras, inspiradoras, y, al mismo tiempo, tan desoladoras, me impactó profundamente.
A pesar de la distancia, el hecho de ser algo tan excepcional acabó siendo un hecho muy cercano, donde el día a día te llevaba a la necesidad de saber y ver qué había pasado, cómo vivía la gente de la isla la preocupación de quedarse sin nada.

xx.
Para mí, aquellos días fueron un punto de reflexión y de aprendizaje con mi hija.
Cada día, a las ocho, tocaba ver el “InfoK” para saber qué decían; un día aprendía sobre los volcanes, otros sobre cómo lo estaban sufriendo y viviendo las personas de La Palma, especialmente los niños.
Pero aún ahora, cuando lo recordamos, lo primero que nos viene a la cabeza son las espectaculares imágenes nocturnas: el movimiento a cámara lenta de los inmensos ríos de lava, la textura y los colores del fuego en su estado más puro. Aún ahora, cuando pienso en ello, se me pone la piel de gallina.
Sin embargo, para mí, y desde una mirada más artística y reflexiva, el paralelismo entre el proceso en el taller y la propia naturaleza se ha convertido en una fuente de inspiración.
Una colección en la que el resultado de una técnica y sus texturas me permite recordar a la gente y el territorio de La Palma, un lugar donde hoy, a vista de pájaro, se observa un mar de texturas incomparables.
xx
Kīpuka: un kīpuka es un término hawaiano que significa “cambio de forma”, y define una área de tierra que queda aislada, rodeada por uno o varios flujos de lava fluida. Tienen importancia biológica porque pueden convertirse en un refugio para seres vivos que, con el tiempo, pueden recolonizar las áreas que han quedado cubiertas por la lava.